Siempre que imparto una conferencia o un taller, me encanta aterrizar al máximo las ideas para que los asistentes puedan decidir, con toda claridad, si les interesa aplicar o aún no es su momento.
Cuando hablamos de bienestar en el trabajo, todo parece muy etéreo y sofisticado. En este post te cuento una herramienta práctica para que decidas si quieres empezar hoy mismo con tu entrenamiento mental y el de tu equipo. ¡Plantéalo como un reto!
La práctica 5-3-1 del Center for Healthy Minds forma parte de un conjunto de consejos informales destinados a cultivar el bienestar. El científico y fundador del centro Richard Davidson y la psicóloga clínica Shilagh Mirgain nos suguieren sencillos ejercicios para nuestro, entrenamiento mental.
Aquí te cuento la técnica del 5-3-1. Me he permitido añadir pequeños complementos para dar, aún, más potencia a la herramienta.
Inténtalo tú mismo!!!
5…
Medita 5 minutos al día. Para muchas personas, concentrarse en la respiración o tomar un descanso de su lista de tareas pendientes ayuda a desestresarse y calmar la mente. Si la palabra meditación se te hace muy complicada, cámbiala por silencio reparador.
Si quieres incorporar más intención en esta práctica, puedes hacer los 5-10’ al principio de tu día y focalízate en establecer un objetivo personal, social y profesional para el día que empieza. Esta segunda parte es para “innovadores sofisticados”.
3…
Escribe 3 cosas buenas que sucedieron hoy. Investigaciones previas en individuos sugieren una relación positiva entre la gratitud y los niveles más altos de bienestar.
Si las 3 cosas buenas que sucedieron las llevas a una libreta y las anotas, el ejercicio tiene mucha más potencia. Si en 6 meses no eres capaz de escribir una lista brillante de cosas ok y todo es ko en tu entorno laboral, deberías pensar en tomar alguna decisión al respecto.
1…
Haz 1 acto de amabilidad. Ya sea abriendo la puerta a la persona o haciendo un cumplido sincero, reconocer el trabajo bien hecho, preguntar si puedes interrumpir. El comportamiento generoso no solo es bueno para la persona que lo recibe, sino también para el “donante”.
Un acto de amabilidad puede parecer inocuo, pero si en tu empresa hay 25 personas y cada uno hace 2 actos de amabilidad al día, estamos ante 50 actos de amabilidad. Si lo multiplicas por 5 días a la semana, llegamos a 250 a la semana. Con esta progresión en un mes llegamos a 1000 acciones y si establecemos esta secuencia para uno año tendremos 12.000 impactos de amabilidad en tu organización.
Cuando eres capaz de observar una pequeña acción mantenida en el tiempo, ves su poder de transformación. Una empresa que recibe un flujo de 12000 actos de amabilidad deja, automáticamente, de ser un espacio hostil para convertirse en otra cosa mucho más amigable.
#trabajaenmodoactitud
Manel Fernández Jaria
Coachs d’Empresa
Autor del llibre TRABAJA EN MODO ACTITUD
“Hacemos Visible lo Invisible y Aterrizamos las Ideas”