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MANEL FERNÁNDEZ JARIA. Innovación personal para equipos y empresas saludables.
18/02/2020
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Todos los días, los seres humanos nos enfrentamos a la toma de decisiones

Todos los días, los seres humanos nos enfrentamos a la toma de decisiones

La vida nos suele colocar, con frecuencia, ante la disyuntiva de tener que elegir entre varios escenarios. Esta libertad de decisión que tenemos, en ocasiones se convierte en una experiencia dramática.

En el mundo de las organizaciones la información es uno de los recursos más importantes.  A la hora de decidir qué es lo más apropiado para cada momento, generalmente, la información es fundamental. Cuando falta información o no es de calidad aumentan los riesgos. De todas formas, en ocasiones tenemos la percepción que los datos no nos ofrecen una verdad absoluta y no son concluyentes al cien por cien.

Cambiar de ciudad, aceptar un nuevo trabajo, hacer una compra, definir la estrategia de la empresa, invertir, elegir una carrera, hacer un ajuste de empresa…, todas son decisiones importantes que afectan a nuestro sistema y a los sistemas de otras personas.

En todas las decisiones hay datos que analizar. En todas las decisiones hay, también, una carga emocional que no siempre llegamos a interpretar con facilidad.

 

¿El pensamiento intuitivo?

Gerd Gigerenzer, neuropsicólogo alemán experto en el estudio de la intuición, ha constatado el enorme poder del instinto ante situaciones en las que se deben tomar decisiones.

Joaquín Fuster, neurólogo, define la intuición como “el pensamiento lógico inconsciente un pensamiento que tiene un papel muy relevante en la toma de decisiones, pues se configura como una solución inconsciente a problemas conscientes”.

Según evidencian las investigaciones neurocientíficas, el pensamiento intuitivo no se construye al azar, sino que descansa sobre toda la información que las personas hemos ido acumulando a lo largo de los años, aunque no seamos conscientes de la misma.

En el mundo de las empresas el pensamiento analítico parece que tiene mucho mayor peso que el intuitivo.  Hemos sido educados en el mundo del trabajo sobre una base absolutamente racional, es decir utilizando el pensamiento analítico.  No reniego en absoluto de los datos, nos dicen muchas cosas, sin embargo, tu y yo sabemos por experiencia, que tener, supuestamente, todos los datos no garantiza que la decisión que vayamos a tomar es la correcta.

Cuando intuimos, estamos sintiendo, no pensando, y esto en las empresas ha sido considerado como un signo de debilidad, por esa razón se suele ocultar.

El tema de la toma de decisiones me ha intrigado siempre. Normalmente seguimos un patrón en tres fases.  Primero visualizar la información racional recogiendo datos e información relevante.  El segundo paso suele ser constatar los datos con personas confiables que pueden ayudarte. Al final de esta fase ya empezamos a dudar de los datos y se suele utilizar el ”¿y tú, qué harías?”. Por último, queda la tercera fase o el momento almohada, donde intentas buscar en algún espacio remoto de tu interior la última información. Por último, llega el paso final.

El proceso es similar en las organizaciones.  Los datos se multiplican por infinito, ampliamos el grupo de personas confiables a consultores, analistas, colaboradores, consejo de dirección, hacemos votaciones…, pero también en las empresas, al final del proceso de toma de decisiones, alguien pasa por el momento almohada. Puede que te suene el patrón.

 

¿Qué importancia tienen las emociones y la intuición en la toma de decisiones?

Desde mi punto de vista las emociones son muy relevantes. En realidad, la intuición es el pensamiento lógico inconsciente y tiene un gran papel en las decisiones.

Albert Einstein dice: “La mente intuitiva es un regalo sagrado y la mente racional es un fiel sirviente”.

Hace poco leí un dato (artículo de Pedagogy, Culture & Society titulado “The half-second delay: what follows?” 2006) que me dejó muy sorprendido. La mente humana es capaz de analizar información de forma consciente a una velocidad de 50 bits por segundo, mientras que inconscientemente consigue procesar más de 11 millones de bits por segundo.  No soy, en absoluto, experto en el tema pero la información del artículo sugiere que la parte realmente relevante sobre la que tomamos decisiones de forma consciente está en el inconsciente.

Deberíamos potenciar el pensamiento intuitivo

Podemos favorecer la toma de decisiones con una combinación de ambos procesos cognitivos.  La mente inconsciente guarda mucha información relevante, acumulada en años de experiencias, que no siempre sabemos buscar y ponerla al servicio de la mejor decisión. La intuición es una especie de inteligencia inconsciente que deberíamos saber hacer aflorar a la conciencia para mejorar nuestra efectividad.

John-Dylan Haynesn, neurocientífico, dice que a cada acción consciente le precede una acción inconsciente.  Siempre hay un proceso en segundo plano.  Llegar a reconocer esta información es el reto.

La psicóloga Frances Vaughan, autora de Beyond Ego: Transpersonal Dimensions in Psychology, propone trabajar la inteligencia intuitiva con intención, estado emocional de calma, honestidad con nosotros mismos, atención, confianza, actividades creativas, gestionando el temor y mostrando empatía.

¡Fácil de decir difícil de hacer!

Seymour Papert, matemático y psicólogo pionero de la inteligencia artificial, desarrolló una visión del aprendizaje llamada construccionismo que establece que aumentamos nuestro conocimiento cuando construimos algo externo a nosotros.

La investigación en esta disciplina ha demostrado que el uso de objetos, como parte de un proceso de formulación de interrogantes, puede hacer que el pensamiento oculto sea más fácil de analizar. “La construcción de mapas mentales internos es más fácil cuando uno construye modelos externos que pueden ser examinados, compartidos y comentados”

Y ese es el reto que yo propongo a los equipos o personas que han de tomar decisiones complejas: tener los datos, consultar con personas confiables y finalmente en el momento almohada, llamar a la puerta del inconsciente construyendo el problema para ver con claridad.

En las decisiones complejas debemos saber armonizar el pensamiento analítico con toda nuestra fuerza intuitiva.


 

Manel Fernández Jaria
Autor del llibre TRABAJA EN MODO ACTITUD

Ayudo a Personas y Equipos a tomar decisiones complejas, para alcanzar las metas deseadas en cada momento

https://manelfernandezjaria.com/lego-serious-play/

“Hacemos Visible lo Invisible y Aterrizamos las Ideas”

Manel Fernández Jaria
Coach empresarial para el alto rendimiento | Sé que una persona feliz y motivada es capaz de desarrollar mejor todo su potencial en cualquier área de la vida. Para ayudarles a conseguir sus objetivos personales y profesionales, construyo Planes de Intervención que se orientan a resultados a través de metodologías innovadoras, creativas, diferenciadas, participativas y muy prácticas.

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